Extendiendo el Evangelio del Reino de la Gracia a todo hijo que posee la naturaleza de Dios. Somos un ministerio del Reino, dedicados a la enseñanza de la Palabra de Cristo, reconociendo que toda obra del hombre, para justificarse ante Dios invalida su Gracia Eterna; por tanto no participamos de estas. Escrito está: Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Por este precioso sacrificio, Dios nos ha permitido entrar a Su Lugar Santísimo; Él nos ha acercado a Él mismo, para que con una actitud sincera y en plena certidumbre que da la fe, purifiquemos cada día nuestros corazones de mala conciencia y consideremos nuestros cuerpos lavados con su agua pura, que es su Sangre y su Palabra. Hebreos 10:1-25. Amados, Dios lo hizo, ahora nosotros debemos creerlo, aceptarlo y vivirlo. Dios te hizo acepto en su amado Hijo. Tú estás bendecido, reconocido, amado, elegido, apartado por Dios.